domingo, 24 de octubre de 2010

UN DOMINGO POR LA TARDE

Esta triste melancolía
esta ansiedad perdida...
Un torbellino dentro de mí luchando por salir
ese ser, salvaje educado que sufre...
que agonía más fustrante
no sé si es tarde pues ya son casi 46
no hay retorno ni huída solo fe y esperanza
en un futuro incierto y soterrado.
Soledad, tristeza... quiero vivir bien y no puedo
me lo impide la falta de dinero
me lo impide mi cuerpo traicionero.
El desespero me pierde
y mi corazón lastima la razón.
No sé que hago aquí: solo, quemado, harto...
El terrible hastío oprime mi alma rasgada.
Todo el mundo se hipoteca para poder vivir
y yo no puedo vivir con el culo en alto.
Que triste es vivir... solo el amor mata la rabia
y la rabia sale sola... sola, desnuda y descarada.

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