martes, 10 de mayo de 2011

DON DOLOR

Todo el mundo conocía al señor don Dolor
pero nadie quería saber nada de él.
Es tremendo vivir con ese putrefacto olor
pero lo cierto es que nadie escapa de él
y en la soledad, en la quietud de la noche
te preguntas los porqués... no hay respuesta.
Jesús murió para redimirnos
pero todo parece seguir igual,
somos igual de pecadores por culpa de la vida
y el tranvía dió paso al autobus de línea
y las líneas de nuestras vidas se truncan
pecamos y pecamos y volveremos a pecar
y llorando aprendemos a rezar de verdad.
Buscando el Santo Grial de la felicidad
nos perdemos y en la pérdida volvemos a pecar.
Lo de pecar de pensamiento está superado
porque en caso contrario nos pegaríamos un tiro
a poca conciencia que tenga uno.
Una vez, un septiembre de 1984
me preguntaba en la soledad
porque me había quemado y todavía no hallé respuesta
solo sé que las relaciones humanas
no son tan simples como yo creía o esperaba.

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