Añoranza del dulce letargo de sonrisa plácida
que ensancha mi alma dolorida...
Los párpados a media hasta
y en la oscuridad: luna estrellas y calma.
¿Hasta cuando durará este dolor?
Dame una sola razón e intentaré funcionar
¿o es que acaso no quieres ver que satán nos domina?
¡que prueba! ¡ni que cojones!
¡Señor! ¿qué está pasando?
No cesa mi llanto
ni encuentro paz,
y aunque esperanzado
en la ilusión de tu amor y tu perdón
vive y muere un gran soñador.
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